Una postal agria de cada pueblo de la pampa bonaerense que Manuel Puig retrató con singular maestría, basado en su propia tierra, General Villegas. Sus habitantes nunca se lo perdonaron. Sin embargo, una mujer dueña de un pasado doloroso y enigmático, construirá un puente entre el Vallejos-Villegas de Puig, intentando reconciliar al lugar con el escritor.