En el barrio de flores, más precisamente frente a la plaza flores, Julio vende sándwiches sin importar la hora, el día ni su estado de ánimo. Sabe que tiene que llevar dinero a la casa y desde chico aprendió a vivir con esa presión. Llueve o truene la gente sabe que él está, que siempre va a saludar a la pasada y que sabrá cómo entrarle a cada cliente para poder venderle. sin embargo, cuando su vida parecía asentarse, se presentaría un conflicto que causaría más problemas de lo que alguna vez podría imaginar.la fidelidad de sus clientes y su jerarquía en el barrio se verán cuestionados por un nuevo joven vendedor y julio deberá saber cómo abordarlo para mantener el negocio que le permite sobrevivir.